Se acerca el verano y muchas mujeres embarazadas están deseando tomar el sol mientras disfrutan de un merecido descanso. Sin embargo, saben que su cuerpo no es igual que antes de la gestación, lo que les despierta muchas dudas. Desconocen si pueden exponerse directamente al sol, si éste podría afectar al embarazo o si deberían tomar precauciones adicionales a las habituales.
¿Puedo tomar el sol si estoy embarazada? En este artículo te contamos todo lo que debes saber sobre el sol y la gestación.
Tomar el sol durante el embarazo, ¿qué debo saber?
Tomar el sol es una práctica saludable que, como veremos, tiene importantes beneficios para nuestro organismo. A pesar de ello, conlleva ciertos riesgos, entre los que se incluyen las quemaduras, el envejecimiento prematuro de la piel o la aparición de melanomas. Por ello, siempre debemos tomar el sol con moderación y protegiendo nuestra piel gracias al uso de una crema solar.
Pero, ¿y tomar el sol si estoy embarazada?, ¿es recomendable? Durante el embarazo, el sol no puede causar daño al bebé, ya que está bien protegido dentro de su mamá. Sin embargo, el cuerpo de una embarazada sufre muchos cambios hormonales que pueden afectar a la piel, por lo que se recomienda tomar algunas precauciones adicionales a las que ya solemos tomar.
Manchitas en la barriga
Durante el embarazo, el cuerpo pasa por muchos cambios hormonales. Como resultado, es común que aparezcan manchas en la piel en algunas zonas. Se trata de un aumento de la pigmentación que suele presentarse en lugares como las areolas mamarias, los genitales o la línea alba de la barriga, es decir, desde el ombligo hasta el pubis. Es algo normal que ocurre a muchas mujeres y no suele tener relación con el sol. De hecho, normalmente, desaparece cuando termina el embarazo, ya que el cuerpo recupera sus niveles hormonales habituales [1].
Además de esta hiperpigmentación, en las mujeres embarazadas es frecuente que aparezcan una serie de manchas en zonas expuestas al sol. Es el caso de las mejillas, la cara o los brazos. Se trata de un oscurecimiento conocido como melasma. Estas manchas también suelen desaparecer de manera progresiva tras el parto, aunque pueden permanecer varios años si se encuentran en capas profundas de la piel [2].
Cómo proteger la barriga al tomar el sol
Ponerse morena durante el embarazo puede parecer una buena idea, pero, como hemos visto, la gestación puede predisponer a la aparición de manchas y lunares. Por ello, cuando decidas tomar el sol si estás embarazada, es conveniente proteger la piel. Estas son algunas de las precauciones más recomendadas [3]:
- Proteger la piel con una crema solar de factor alto, mínimo SPF 30 [1]. Se recomienda aplicar cuando comencemos a tomar el sol y después de cada baño.
- Utilizar crema solar facial de factor alto siempre que demos un paseo al sol para evitar la aparición de manchas en la cara.
- Evitar las horas centrales del día para tomar el sol, esto es, entre las 12:00 y las 17:00 horas.
- Evitar que nuestro cuerpo se caliente demasiado, limitando el tiempo que permanecemos al sol.
- Tomar el sol mientras caminamos en lugar de permanecer tumbadas, para ejercitar las piernas y pasar menos calor.
- Utilizar gorras y sombreros para proteger la cabeza de la radiación.
- Cuidar e hidratar la piel tras la exposición al sol.
La importancia de la hidratación
Aunque tomemos el sol con todas las precauciones, no debemos olvidar que esta práctica predispone a sufrir sequedad y descamación, acelerando el envejecimiento de la piel [4]. Por este motivo, además de protegernos del sol, es muy importante hidratar la piel adecuadamente para mantener su suavidad y elasticidad. De esta manera, será más fácil evitar daños en las capas más superficiales, así como posibles enfermedades derivadas.
Si deseas cuidar tu piel, te recomendamos que consultes con tu médico o dermatólogo. Ellos te recomendarán el producto más adecuado para tu piel y te aconsejarán sobre las mejores prácticas a la hora de exponerte al sol.
¿Es bueno tomar el sol si estoy embarazada?
Tomar el sol, siempre que sea con moderación, es muy bueno para la salud. Cuando el sol incide en nuestra piel, producimos vitamina D, un nutriente fundamental para el sistema inmunitario, la salud de nuestros huesos y el funcionamiento del sistema nervioso, además de otras muchas funciones [5]. Por tanto, esta actividad te ayudará a obtener toda la vitamina D que tu bebé y tú necesitáis en esta etapa.
Además, tomar el sol es una práctica muy relajante y satisfactoria que puede ayudarte a mejorar tu estado de ánimo. Así mismo, dado que estás íntimamente conectada con tu bebé, si tú estás relajada y feliz, él también lo estará.
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Advertencia importante: la lactancia materna proporciona la mejor nutrición a los bebés. El pediatra es el que mejor te puede asesorar sobe el cuidado y la alimentación de tu hijo, y sobre los alimentos que debes añadir a la dieta conforme va creciendo.
Referencias:
- Asociación Española de Matronas. (2008). Los consejos de tu matrona.
- Moin, A., Jabery, Z., & Fallah, N. (2006). Prevalence and awareness of melasma during pregnancy. International journal of dermatology, 45(3), 285-288
- Merino Moína, M. (2005). Prevención del cáncer de piel y consejo de protección solar. Pediatr. aten. prim, 231-253.
- Grönniger, E., Weber, B., Heil, O., Peters, N., Stäb, F., Wenck, H., ... & Lyko, F. (2010). Aging and chronic sun exposure cause distinct epigenetic changes in human skin. PLoS Genet, 6(5), e1000971.
- N.I.H. (revisado en 2021). ¿Qué es la vitamina D y para qué sirve? National Institutes of Health. U.S. Department of Health & Human Services.