La mastitis es una afección frecuente que aparece en torno en un 10% de las mujeres lactantes de todo el mundo y que puede llegar a complicarse mucho si no se trata.
¿Cómo saber si tengo mastitis? En este artículo te contamos qué es la mastitis y cómo puedes identificarla.
¿Qué es la mastitis?
La mastitis es una inflamación del pecho asociada a la lactancia. Se origina cuando la leche se acumula en las mamas, pudiendo llegar a taponar los conductos de salida.
La inflamación del pecho puede complicarse si se produce una infección. Cuando esto ocurre, además, existe un riesgo de que la mastitis se convierta en una acumulación de pus conocida como absceso mamario. Se trata de una dolencia más grave que se puede prevenir mediante una detección precoz.
¿Por qué se produce?
Ahora que sabemos qué es la mastitis, te preguntarás por qué se produce esta afección. Lo más frecuente es que estemos dando mal de mamar, aunque también puede ser consecuencia de otras complicaciones.
Estas son algunas de las causas más frecuentes de mastitis:
- Mala técnica de lactancia: debido a una mala postura o un agarre ineficiente del bebé, la leche no sale de manera adecuada y se acumula en los conductos mamarios.
- Sale menos leche de la que se produce: la frecuencia o duración de las tomas es menor de lo necesario y gran parte de la leche se queda en las mamas. También puede deberse a una sobreproducción de leche.
- Ingurgitación: se da cuando el inicio de la lactancia ha sido complejo y el bebé no ha podido mamar todo lo que debería. La leche se acumula y las mamas se llenan de líquido (edema), impidiendo la salida de la leche.
¿Cómo saber si tengo mastitis?
Debido a las posibles complicaciones que pueden surgir, es muy importante detectar la mastitis lo antes posible. Para ello, es fundamental atender a los primeros síntomas, como un dolor intenso y la hinchazón del pecho. Estos síntomas dependen de la extensión de la inflamación y pueden aparecer en toda la mama o solo en una parte.
Si tan solo se han obstruido uno o varios conductos mamarios, la inflamación y el dolor se localizan solo en una parte de la mama. Por ello, podremos observar un bulto enrojecido. Sin embargo, si la leche ya se ha acumulado en toda la mama, la observaremos completamente hinchada y con áreas enrojecidas.
Síntomas principales de la mastitis
La inflamación de las mamas puede confundirse con otros problemas asociados a la lactancia. Entonces, ¿cómo saber si tienes mastitis? Estos son los principales síntomas:
- Dolor de las mamas.
- Pecho hinchado total o parcialmente.
- Enrojecimiento.
- La leche no fluye bien tras la succión del bebé.
- Pueden aparecer partículas de material en la leche.
- Grietas en el pezón.
- Fiebre.
- Puede aparecer un punto blanco en el pezón.
Cómo tratar la mastitis
Como ya hemos explicado, la mastitis se produce por una acumulación de leche. Por ello, los casos más leves pueden solucionarse aumentando la lactancia del bebé sin restricciones de tiempo ni de cantidad. Es muy aconsejable que el bebé mame todo lo que quiera y que solo cambiemos de un pecho a otro cuando él haya terminado de mamar en el primero.
En los casos de mastitis más graves puede ser necesario extraer la leche de manera artificial. Después, se va recuperando poco a poco la rutina de dar el pecho. Además, cuando la mastitis se acompaña de infección es necesario tomar antibióticos.
Debido a que esta afección se agrava con el tiempo es muy importante una detección rápida. Por ello, ante cualquier sospecha de mastitis, lo primero que debes hacer es acudir a un centro médico. De esta manera, un profesional podrá informarte y aplicar el mejor tratamiento para tu caso.
¿Dejar de dar el pecho si me duele?
Cuando se produce una mastitis es muy frecuente que la mamá tenga un dolor más o menos intenso en las mamas. Además, notará que al bebé le cuesta mucho sacar la leche. Sin embargo, es necesario tener en cuenta que la mastitis se produce porque no ha salido tanta leche como la que se ha producido. Debido a ello, se aconseja continuar dando el pecho.
Si la leche no se saca de las mamas, los conductos mamarios se taponarán aún más. Por ello, la Organización Mundial de la Salud recomienda no dejar de dar de mamar en ningún caso, ni siquiera cuando existe infección. Se debe a que el riesgo para el bebé es mínimo. Sin embargo, antes de tomar cualquier decisión, lo más aconsejable es que acudas a un médico y sigas sus indicaciones.
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Advertencia importante: la lactancia materna proporciona la mejor nutrición a los bebés. El pediatra es el que mejor te puede asesorar sobe el cuidado y la alimentación de tu hijo, y sobre los alimentos que debes añadir a la dieta conforme va creciendo.
Bibliografía
- Organización Mundial de la Salud. (2000). Mastitis: causas y manejo. OMS: WHO/FCH/CAH/00.13